jueves, 14 de enero de 2016

Muerte: Su significado para la filosofia

RESUMEN
Sabater nos empieza contando la primera vez que comprendió que se tenía que morir, cuando tenía 10 años, a las once de la noche se levantó sobresaltado y se dio cuenta de que iba a morir. Todos iban a morir, pero las muertes de los demás no serían nada comparadas con su muerte. La reflexión que hace acerca de este hecho es que el darte cuenta que vas a morir es una propia parte de la muerte. A partir de esta consciencia de que iba a morir empezó a pensar, a pensar personal no alquilad.
Dos años antes a este momento ya había visto su primer cadáver en una iglesia, lo primero que pensó fue que ese hombre estaba en el cielo, pero por el contrario no es lo mismo ser un espíritu por bueno que sea que vivir en un mundo físico.
Por un lado la conciencia de la muerte nos hace madurar ya que crecemos cuando la idea de la muerte crece dentro de nosotros. Por otro lado la incertidumbre de la muerte nos humaniza ya que nos convierte en verdaderos humanos, mortales.
Los griegos establecían una clasificación para considerar algo o alguien mortal, las plantas y animales no lo son porque no saben que van a morir. Por lo tanto no es mortal quien muere sino quien está seguro de que va a morir. Los auténticos vivientes somos los humanos porque sabemos que dejaremos de vivir y en eso consiste la vida. Algunos dicen que los dioses son inmortales, pero no se dice que están vivos (sólo a Jesucristo, pero murió como todos nosotros).
Todo lo que hacemos en la vida es para evitar morir, si la muerte no existiera habría mucho que ver y mucho tiempo, pero muy poco que hacer y nada en que pensar. Los aprendices de filósofos suelen iniciarse en el razonamiento lógico con este silogismo:
Todos los hombres son mortales;
Sócrates es hombre
Luego
Sócrates es mortal.
La muerte es personal e intransferible, nadie puede morir por nosotros, como no podemos retrasar ni cambiar la muerte de una persona por la de otra, la muerte es a la vez lo más individualizador e igualitario: en ese momento nadie es más ni menos que nadie.
Otra cosa más sabemos de la muerte, morirse no pertenece a persona s mayores ni enfermas, desde el primer momento que empezamos a vivir estamos preparados para morir. Por muy sanos que estemos no es raro morir y no es algo raro. Montaigné lo señaló muy bien: ”No morimos porque estemos enfermos sino porque estamos vivos”. Esto quiere decir que siempre estamos a la misma distancia de la muerte, nadie puede sentirse medio muerto de verdad. Resumiendo lo fundamental de la muerte es que nunca podemos estar a resguardo de ella la muerte aunque no siempre sea probable, siempre es posible.
Todo lo que sabemos acerca de la muerte es muy seguro, pero nadie puede contar como se vive desde uno mismo, se suele saber lo que es morirse, pero no lo que es morirme. Pero para dar sentido a la muerte e intentar explicar un poco el morirme siempre ha estado la religión, si la muerte no existiese no habría dioses.
Las leyendas más antiguas no pretenden consolarnos de la muerte sino intentar explicar cómo evitarla. Pone 2 ejemplos: la historia del héroe Gilgamesh y su amigo Endiku y la Odisea de Homero. En cambio otras posteriores como la cristiana, prometen una existencia más feliz y luminosa que la vida terrenal para los que cumplan los preceptos de la divinidad ( al contrario para los que no les cumplan). Además de las religiones y creencias también explica las posiciones de Miguel de Unamuno y Jugo. La forma de más sobria de afrontar este hecho: sabemos que vamos a morir, pero no podemos imaginarnos muertos, la utiliza William Shakespeare en Hamlet.
La suposición que todos tenemos acerca de lo que podría haber después de la muerte, se la tuvieron que inventar nuestros antepasados al observar el parecido entre una persona dormida y una muerte, por lo que las ideas del paraíso, el infierno y demás vienen dadas por los sueños, como la obra de Calderón de la Barca, “ la Vida es Sueño “.

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